El signo de igualdad lo inventó un matemático galés llamado Robert Recorde en 1557. Mientras escribía su tratado "La piedra de afilar de Witte" y, tras escribir unas doscientas veces la frase "es igual a", se dio cuenta de que no podía perder tanto tiempo. Así fue que inventó las líneas paralelas, ya que, según él, no hay dos cosas que puedan ser más iguales.